Hace tiempo que he postergado la redacción de un artículo de análisis de transacciones sobre el fichaje de César Prieto con los Olmecas de Tabasco de la Liga Mexicana de Béisbol.
No dejaba de decirme que tenía mucho tiempo para hacerlo, sobre todo cuando se anunció que Prieto llegaría tarde a su nuevo club gracias a los compromisos de mayo y junio con la selección nacional cubana. Resulta que tuve incluso más tiempo que eso porque la semana pasada Prieto aprovechó una parada en la Florida con el equipo Cuba como una oportunidad para desertar. La pregunta ya no es qué traerá Prieto a los Olmecas: Ahora es si vale o no un lugar en el roster de un equipo de las Grandes Ligas.
Si todo lo que estuviéramos haciendo fuera examinar la habilidad de Prieto en el béisbol, la respuesta fácil a la pregunta anterior sería sí. Por supuesto, cualquier equipo de la MLB tendría suerte de tener un bateador de contacto del calibre de Prieto. Los números de su carrera en la Serie Nacional de Béisbol de Cuba (SNB) no han sido más que sorprendentes. Año tras año, Prieto ha sido uno de los bateadores más consistentes de toda Cuba y después de su campaña 2020-2021 consolidó su nombre como quizás el mejor bateador joven de toda la liga. Con solo veintidós años, los equipos de la MLB deberían estar ansiosos por fichar al talentoso segunda base.
A lo largo de su carrera profesional de cuatro años, Prieto ha progresado constantemente como bateador. Tiene un swing impulsado por el contacto extremo. El nativo de Cienfuegos no está dispuesto habitualmente a tomar boletos, pero la compensación es que no se poncha mucho y hace muy buen contacto. La temporada pasada se ponchó sólo 11 veces y alcanzó 33 bases por bolas, incluyendo un récord histórico de 45 juegos bateando de hit.
Su proporción de ponches y boletos revelan números bajos en ambos aspectos, pero cuando logras una línea de barra de .403/.463/.579 en 360 apariciones en el plato, está bien que no obtengas tantos boletos. La razón por la que Prieto no camina es que tiene un don increíble para hacer que el cañón de su bate atraviese la zona y haga contacto intencional con los lanzamientos en todos los niveles y áreas de dicha zona.
Si un equipo de Grandes Ligas está dispuesto a fichar a Prieto—y me imagino que más de unos pocos lo estarán—, tendrán que entender lo que están obteniendo. El porcentaje de slugging mencionado anteriormente es algo engañoso porque oculta el hecho de que Prieto tiene muy poco poder de jonrón. Su potencial viene en forma de impulsos lineales que dividen las brechas en su capacidad para ganar dobles y triples, no jonrones.
En la temporada de 2020-2021, vimos a Prieto pegar 21 dobles, siete triples y siete jonrones. Ese jugador debería atraer a cualquier ejecutivo de béisbol, pero en el caso de MLB, el tipo de jugador en el que se ha convertido Prieto viene con una gran advertencia: No hay ninguna riqueza oculta de poder esperando a surgir en su swing.
Siempre será, a lo sumo, un hombre con jonrones de un solo dígito. En el juego que a día de hoy predomina en la MLB, el talento que podría llevar Prieto no es lo que quieren las oficinas centrales. Observan las habilidades que Prieto aporta y buscan formas de cambiar lo que hace para desbloquear el poder. La difícil situación de otro cubano, el jardinero Rusney Castillo, es algo a tener en cuenta cuando se habla del posible futuro de Prieto en MLB.
Castillo y Prieto no son jugadores exactamente comparables excepto por el hecho de que Castillo nunca iba a ser un gran bateador de poder. Los Boston Red Sox estaban comprometidos y decididos a convertirlo en uno. El peligro con Prieto es que sea fichado por una organización que pasa por alto sus habilidades reales en busca de un poder que no existe.
En un mundo perfecto, un club de la MLB firmaría a Prieto y lo dejaría ser él mismo. Modificarían las cosas aquí y allá para mejorar las habilidades naturales y la perspicacia del béisbol que ya posee. Ese enfoque probablemente llevaría a Prieto a tener una carrera larga y exitosa en la MLB. No vivimos en un mundo perfecto y la MLB de hoy día se trata solo de poder y poder. Eso me llena de inquietud sobre las posibilidades de César Prieto de tener éxito en el panorama moderno de la MLB y desearía que no fuera así.
Foto principal cortesía de Desconocido – Cubadebate
Cortesía de traducción – Yirsandy Rodríguez